martes, 26 de octubre de 2010

Sindicalismo Argentino – Parte III: ¡Hablemos de Sindicalismo!

¡Hablemos de Sindicalismo!

Entonces "profundizar y no olvidar" que ya en 1816, durante la Revolución Francesa, Rousseau decía que el Estado era una herramienta de los propietarios para defender la propiedad privada de los medios de producción (maquinarias y conocimiento que produce la riqueza) y que, "el pueblo, frente a la traición de sus intereses, no sólo tenía el derecho sino el deber de sacudirse el yugo”. (Ver concepto de PUEBLO para Rousseau)

Así, a medida que el Capitalismo fue desarrollándose y la burguesía fue asegurando su poder mediante legislación que le permitía la dominación y explotación de los trabajadores, éstos comenzaron a organizarse (no dispuestos a ser tratados como esclavos de nuevo tipo y condenados a una muerte lenta) y alzarse juntos contra los terratenientes y dueños de fábricas, mediante las huelgas.- Cada huelga les recuerda a los capitalistas que los verdaderos dueños no son ellos.- Cada huelga les recuerda a los trabajadores que ese tipo de sociedad los condena a vivir, a ellos y sus familias, como vendedores de mano de obra al precio que el capitalista decida y que cuando reclaman sus derechos, se los encarcela y hasta se los mata siempre en nombre de alguna ley.

Entonces descubren que el gobierno defiende a los capitalistas y maniata a los obreros en nombre de la justicia, amparado por un conjunto de leyes impuestas por los propios capitalistas y dictadas en beneficio exclusivo de los ricos y les resulta claro que toda la clase capitalista es enemiga de la clase trabajadora, que no pueden esperar ayuda del gobierno porque es el órgano que ejecuta la política de los capitalistas y que sólo pueden confiar en sí mismos y en su acción unida.Pero en los entretelones de esta historia se desarrolla una lucha entre dos tipos de organizaciones de trabajadores: reformistas y clasistas. De un lado la burguesía, a través de los gobiernos, las FFAA y la Iglesia, planteaban conciliar posiciones pero sin modificar la relación de poder existente y ganaban militantes dentro de las filas de los trabajadores. Del otro los trabajadores convencidos de que “no es posible conciliar intereses”, que la salida está en la toma del poder y no en negociar una mejor condición de esclavitud. Lucha que sigue viva esperando definiciones en nuestro siglo.En el transcurso de los tiempos la burguesía descubre que autorizando las huelgas, en un marco de leyes dictadas especialmente y manejadas por una Secretaría de Trabajo como "Ente Controlador", puede manejar la furia de los trabajadores y alejar el peligro latente de la pérdida del poder. Así, en nuestro país, durante la primera y segunda presidencia de Perón, el gobierno da una dura batalla contra los gremios que en aquel entonces eran dirigidos por comunistas, socialistas y anarquistas, culminando con la creación de gremios corporativos, sostenedores de su gobierno, dirigidos por grupos de sindicalistas reformistas, quienes desarrollaban persecuciones y eliminaciones de trabajadores opositores. Verdaderas mafias que con el tiempo mutaban en empresarios, diputados, senadores, etc.En la década del 70 actuaban en combinación con la AAA (y como parte de de ellas) para producir las desapariciones y crímenes de trabajadores y estudiantes. No por casualidad se relaciona a la AAA con los falcon verdes y torinos que pertenecían a la CGT y a organismos oficiales. Involucrados en los hechos de Ezeiza y con el consentimiento del propio general Perón (mucho antes del golpe de estado del 76 – no aceptado hasta el momento por el Movimiento Peronista y sin “JUICIO Y CASTIGO”) actuaban con descarada impunidad.
Hoy, en el seno de la lucha de los trabajadores persisten dos criterios con relación a la organización y objetivos del sindicalismo:

Sindicatos reformistas (burocráticos): cuyos fines se reducen a lograr mejoras salariales, organizar cooperativas obreras para resolver los problemas más acuciantes, centros de salud, colonias de vacaciones, mutuales, con los fondos acumulados de cuotas sindicales aportadas por los propios trabajadores, sin producir problemas al gobierno o la patronal. Controlados por el estado, mediante el Ministerio de Trabajo y dóciles a sus pretensiones, en el marco de la lucha económica y las leyes sindicales, con las PARITARIAS y la promesa de la PARTICIPACIÓN EN LAS GANANCIAS como herramientas... Con dirigentes mantenidos por el poder y por la cuota sindical, zánganos del sistema capitalista, verdaderas mafias que viven de las prebendas. Sindicalistas que ayudan a que los trabajadores sean sometidos a modos de vida y de trabajo indignos y deban aceptar la condición de esclavitud impuestas por el Mercado, dentro del criterio de “conciliar los intereses de clase”.

Sindicatos clasistas: los que no se limitan a la lucha económica y la consideran una forma más de la lucha por la “toma del poder político y económico por parte de los trabajadores”, una manera de lograr una sociedad más justa en la que los trabajadores puedan disfrutar de las bondades de la naturaleza y de la producción de riquezas que los hombres realizan en igualdad de condiciones con todos los seres del planeta y ser libres, con derecho a decidir su propio futuro. Son los que consideran que los intereses de clase no pueden conciliarse, puesto que la regla de oro del sistema capitalista y de sus representantes en el gobierno es la concentración de capitales que exige la esclavización de los trabajadores.

El asesinato de MARIANO FERREYRA está enmarcado en esta disputa, que deja de ser gremial para inscribirse en el marco de la lucha de clase del sistema. Pienso que será un crimen político más que no tendrá culpables políticos y que pagará (en el mejor de los casos) el asesino material como un crimen común, sin involucrar a los políticos verdaderos responsables del hecho.
Llamo a los trabajadores en general, pertenezcan al partido que pertenezcan, a comenzar un serio debate sobre nuestros intereses y modos de lucha para lograr realmente la unidad de la que todos hablan pero no intentan seriamente.

Referencias:
-No basta el repudio, hay que identificar a los autores materiales y de los otros (Anibal Fernandez Blog).
-El Gobierno adjudicó hoy a la "mafia asesina" y a la "locura organizada" el crimen del militante del Polo Obrero y de la FUBA, Mariano Ferreyra, y aseguró que "hay responsables políticos y sindicales" (La Nacion).
-Los disparos fueron de un solo lado (Pagina 12).
-¿Autores ideológicos del crimen de Mariano? La burocracia sindical que los Kirchner amparan
(Prensa de Frente)
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Notas:
FFAA: Fuerzas Armadas Argentinas
AAA: Asociación Argentina Anti-comunista
CGT: Confederación General del Trabajo de la República Argentina
MARIANO FERREYRA: militante del PO asesinado en una manifestación por un conflicto laboral de trabajadores tercerizados en Avellaneda (Arg.).

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